domingo, 3 de febrero de 2008

Creer sin ver


En el viento de domingo
cuando pienso en mi camino
y en las fórmulas que no encuentro,
la mirada se me cae
y siento que me tambaleo.

La desesperación me come el pensamiento,
y de repente todo se empieza a caer dentro de mí.
¿Por qué seré tan necia cuando todo es tan sencillo?
¿Por qué siempre busco la respuesta en mí?

Quiero muchas explicaciones, pero no puedo ver más allá.
Si aprender ciencia es de a poco,
¿Cuánto más no lo será aprender a vivir?
Solo me queda dejarme caer.

Dejarme caer en tus brazos,
dejarme llevar por tus pasos,
como cuando era niña,
como cuando no me importaba ver sino creer.

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